lunes, 8 de julio de 2013

BESARIO: UN BESO, por Stella Maris Parissi


Nos Despedimos con un beso. Acercó sus labios y nos dimos un beso cotidiano, dulce, suave. En ese instante tuve el deseo irrefrenable de darle un beso apasionado, intenso, profundo, pero el lugar no era el apropiado. La gente miraría incrédula, espantada. Nos falta desparpajo.
Lo saludé con los brazos en alto, mientras una lágrima ingrata asomó a mis ojos.
Detrás de la ventanilla del colectivo vi su mirada triste.

Fue el último beso. El accidente fue fatal

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