CONFIRMACIÓN
Desperté agitada y confundida.
Podría jurar y perjurar que sus labios se perdieron en los míos y que el
estremecimiento que
recorrió nuestros cuerpos realmente ocurrió.
recorrió nuestros cuerpos realmente ocurrió.
Pero fue un sueño. Sólo un sueño
que imaginé perturbaría nuestra amistad, que no me permitiría
mirarlo a los ojos, que acabaría para siempre las confidencias y complicidades.
mirarlo a los ojos, que acabaría para siempre las confidencias y complicidades.
Quedé inmóvil al verlo acercarse, cohibido, mientras me decía en un
susurro:
- Anoche soñé con vos. Fue mágico y catastrófico.
Perdonáme, pero necesito confirmar si fue
sólo un sueño.
sólo un sueño.
Y me besó.
ORDEN CUMPLIDA
El hombre la besó una vez en cada mejilla, se abrochó el abrigo y bajó
la escalera saltando de
a dos escalones.
a dos escalones.
Entonces disparó, y ella se desplomó.
Guardó el arma y se escabulló sin mirar atrás.
Al pasar las tres horas acordadas se dirigió al lugar del encuentro.
Lo esperaba, con el abrigo todavía abrochado, apuntándole con un arma.
- Hice lo que usted me ordenó, jefe. Maté a la que
señaló con un beso.- se defendió aterrado.
- Te dije un beso en la boca, idiota. Te ordené matar
a mi amante, no a mi hija.- le respondió.
Y el hombre del abrigo apretó el gatillo.
JULIANA NO MIENTE
- ¡No te miento, mamá, no te miento!
- Sos una caprichosa, una malcriada. Siempre lográs
lo que se te antoja, ya no sabés qué
hacer para separarme de Aníbal. Entendélo de una vez, Juliana, no lo voy a echar de casa ni
voy a volver a vivir con tu papá. Y más vale que no le vayas con estos cuentos a él. Así que
terminá con las mentiras, dejá de hacernos daño.
hacer para separarme de Aníbal. Entendélo de una vez, Juliana, no lo voy a echar de casa ni
voy a volver a vivir con tu papá. Y más vale que no le vayas con estos cuentos a él. Así que
terminá con las mentiras, dejá de hacernos daño.
- Pero mamá, te digo la verdad. Anoche también pasó.
- ¡Basta! No quiero escucharte más. ¿Cuál es el
problema que sea cariñoso, que te dé
un beso?
un beso?
- No me gustan esos besos, mamá. No me gusta su olor.
- Juliana, me cansaste. ¡No te quiero escuchar!
- Mamá, tengo miedo. Tiene las manos ásperas, y me
aprieta fuerte…
- ¡Basta, Juliana! Mirá, si dejás de decir esas
cosas, te prometo que te compro los
patines que querés,
¿de acuerdo?
patines que querés,
¿de acuerdo?
- Pero mamá…
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