JUGAR A
VIVIR
La educación artística es un
instrumento que posibilita el desarrollo integral del ser humano en toda su
dimensión, potencializando sus capacidades para la expresión creadora y la
acción solidaria frente a su entorno.
De manera específica, la expresión
dramática (o el hecho teatral) incide
en el mejoramiento de las relaciones interpersonales, ya que al mejorar las
habilidades gestuales, orales y corporales de quienes lo practican (en este caso, los adultos mayores) y
favoreciendo la desinhibición, posibilita una efectiva comunicación y propicia
la adaptación en su medio, dándoles asimismo mayores posibilidades de potenciar
su creatividad.
El Teatro, que es, ante todo,
diálogo, supone un reto, un estímulo, una transformación. Es una actividad lúdica (UN “JUGAR A VIVIR”) que
despierta sitios en nuestro cerebro y suma, sin duda, potencialidades.
Potenciar la responsabilidad, adjudicando pertenencias dentro del equipo,
para que todos los participantes en la experiencia se sientan necesarios, como
puede ser actuar u operar el sonido, encargarse de controlar el vestuario o
simplemente, pedir la llave de la Sala de Ensayos, los hace sentir elementos
imprescindibles.
El hecho de plantear un encuadre
humanístico a la educación, que es la base de nuestra filosofía, a la que
hemos llegado como reacción a la invasión de otros medios, no quiere decir que
estemos en contra de los avances científicos, ni nada que se le parezca.
En todo caso, las nuevas tecnologías son un medio a la hora de desarrollar la faz estética, y según son
incorporadas, se convierten en instrumentos útiles y necesarios para generar las diferentes
muestras de nuestro ELENCO DE TEATRO CONFORMADO POR ADULTOS MAYORES.
No hay comentarios:
Publicar un comentario