Se craquela el agua en una silueta puntiaguda y temible. Un cocodrilo se
pone en movimiento, lentamente, para pasar desapercibido. Unas gacelas se
acercan a beber y es el momento oportuno. Sus ojos por sobre la superficie eligen y calculan la distancia para dar un
sorpresivo salto. Juega con la necesidad
de beber de los que se acercan a la orilla .La rapidez del ataque es su
táctica. Aferra al animal con sus poderosísimas mandíbulas y lo hunde para
ahogarlo. Sus extraordinarios pulmones le permiten estar sumergido por 6 horas,
pero no necesita tanto tiempo. No
mastica. No puede. Lo sacude
violentamente y lo despedaza con sus filosos dientes. Las fuerzas que se enfrentan, generan un
torbellino ruidoso y denso, de barro y agua, que se deja colorear a borbotones, hasta
que logra nivelarse nuevamente. -
El río es
una superficie plana que esconde ese otro mundo imperceptible Si miramos desde la orilla tal vez logremos
divisar dos fosas nasales y dos ojos que sobresalen apenas por encima de la superficie
del agua, pero dudamos; ¿será otro cocodrilo? Es tan pasmosa su inmovilidad que
puede confundirse con un tronco a la deriva. Pero cuando se alerta ante una
posible presa, semeja un submarino que inicia lentamente su inmersión,
desaparecen de la superficie sus vestigios y se desliza a gran velocidad hacia
la victima a la cual toma desprevenida.-
Este ser
ancestral, dotado para vivir entre gigantes, en los escenarios espectrales de
la prehistoria, hace más de 200 millones de años, ha logrado sobrevivir .En el
proceso de evolución, no se ha despojado de las placas óseas de su dorso y de
las escamas en el resto de su cuerpo. Sus fosas nasales y oídos se cierran y
en sus ojos una membrana (que se mueve
en sentido transversal) se despliega para protegerlos.
Señor de ríos y lodazales tropicales, se desliza
majestuoso, dejando una larga estela e imponiendo sus reglas a todos los demás
animales que necesitan el agua para beber y refrescarse. Y allí radica su
estrategia. Conoce las necesidades de los demás y las emplea en su beneficio.
Yace
inmóvil al sol para calentarse ¡ Qué placer recibir ese calorcito tan anhelado!.
Es que su defecto mayor es tener la sangre fría. Abrir la boca le ayuda a
administrar el calor ambiente y aprovecha un diminuto y corajudo pajarito, que
quiere conseguir comida fácilmente, a sacarle los restos de carne de entre sus
afiladísimos dientes. No sabemos cómo han logrado efectuar este acuerdo, pero
es sagrado. El ave entra confiada a sus fauces y el cocodrilo la deja trabajar
el tiempo que necesite
Recién en
su cumpleaños número 16, en los meses de agosto o setiembre, puede buscar una
hembra que ya tenga por lo menos 10 años Tiene que cortejarla con delicadeza,
porque es muy selectiva Ella cavará un
nido y desovará de 10 a
40 huevos y él ya no podrá acercarse
porque se tornará muy agresiva
Cuando después de 80 días, se produzca el
nacimiento, proveniente del nido se escucharán sonidos que inducirán a la madre
a prestar ayuda. Se han visto
especímenes que llevan en la boca huevos
o crías y por desconocimiento se ha presupuesto
que se las comían, pero, en realidad, las cargan en la boca para ayudarlas a
romper el cascarón o protegerlas de los depredadores.
Es sumamente inteligente .Cuando atrapa
grandes animales sabe cómo tiene que ahogarlos. Si son peces, incluso tiburones
(porque también ha colonizado el mar) los saca del agua, y si son animales
terrestres los hunde Su lento metabolismo le permite mantener su actitud pasiva
por muchos días porque puede pasar una semana sin comer, así que ejercita su
paciencia siempre que puede.
Cuando está
en la tierra y divisa una posible presa,
se desliza con sigilo hasta el agua. Se introduce suavemente, ayudado por su cabeza triangular y su alargada fisonomía de hasta seis metros de
largo, tan delicadamente que no provoca hondas y no despierta sospechas.
Tiene unos
sensores en todo su cuerpo que le permiten captar hasta la más suave vibración
o cambio en la presión del agua, lo cual detecta aún en la oscuridad. Sus ojos
con pupila vertical ( en algo se parece a los gatos) le permiten tener una perfecta visión
nocturna. Su iris plateado
hace que brillen en la oscuridad.
Si fuera un
ser humano sería un político corrupto, exitoso, porque tiene la mordida más
poderosa en la tierra, y también por sus lágrimas falsas, que derrama cuando le son útiles. O tal vez podría ser un asesino serial, porque siempre está al
asecho, esperando escondido o camuflado, la oportunidad de atacar con velocidad
y certeramente.
Iría
vestido con traje de cuero, porque no tiene escrúpulos y con
anteojos negros para no delatar su mirada.-
Ladino, paciente,
oportunista. Prepara emboscadas e impone
sus reglas de dominio, pelea más con hembras que con machos, con los que se
enfrenta sin consecuencias sangrientas. No se pone en riesgo innecesariamente. Él
sí que ha aprovechado la experiencia propia y ajena de millones de cocodrilos
que lo precedieron y le enseñaron a vivir.
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