miércoles, 10 de julio de 2013

CARAMELOS SUELTOS por Arnie Noejovich


Avisos Clasificados

  1. Besador profesional se ofrece por cama y comida. Elbes Ador
 
  1. Ofrezco servicio “boca a boca”.

  1. Besante, besador, besuqueiro, beseiro, osculador, osculeiro. Amplio menú. Reservas al 69 69 69. Preguntar por “BOQUITA”.

  1. Bes-hada te besa de los píes a la cabeza. Precios según zona. Hago domicilios.

Variedades

 
  1. Hay besos que son como la ropa de mala calidad: se arrugan y destiñen.
 
  1.  Los besos tristes son los que se caen de la boca y se estrellan contra el piso sin encontrar destinatario.

Galletitas surtidas

 
  1. No beso tu boca de fresa porque temo manchar mi camisa. 

  1. Desde que escuché a aquella mujer tengo miedo de besar.
      Ella dijo “tus besos me queman”-.

      Y yo no quiero tener cicatrices.
 
  1. “Bechamé” dijo la negrita. Él la tomó en sus brazos, la metió en un caldero, le agregó harina y leche y comenzó a batirla.
 
  1. - Tus besos me marcan – dijo la mujer.
      Ahora anda por ahí como todas las vacas del estanciero.

 
  1. -Voy a embrujarte con mis besos.
- ¿Y me convertirás en sapo?
      
  1. La princesita recorrió el arroyo besando a cuanto sapo encontraba.
Y ninguno se volvió príncipe.

  1. O-besidad: enfermedad que contraen los que abusan de los besos.

  1. Besaltum: beso dado por individuos que superan la estura media.
 
  1. Hay besos que tienen sabor a pescado. Son los que se dan… en la trucha.

  1.  Se me llenó el corazón de besos. Ahora me llevan al quirófano para destaparme las arterias.

  1.  Cuando el dinero es mal empleado, se habla de malversación.
 Cuando los besos no son bien administrados, ¿se trata de una     malbesación?

 
  1.  Cuando besás a tu madre, dicen que sos un buen hijo.

Cuando besás a tu mujer, dicen que sos un marido enamorado.

¿Por qué entonces, cuando besás a la mujer ajena dicen que sos un terrible hijo de puta?


Ficciones mínimas


Nunca me habían besado así. Fue tanto el ardor que la llama del deseo subió urgente hasta mi boca.

Después habló. Y supe que ese beso no era para mí.

Entonces, se lo devolví.

Beso a beso levantó una pared.

Ahora están uno a cada lado del muro.

-       Bésame – dijo uno

-       ¿Acá? -

-       Sí -.

-       ¿Ahora? –

-       Sí -.

 Entonces, Él y el Otro sellaron sus labios.    

 
Ésta es la confirmación de que hay besos que matan.

El gato lamía constantemente la pecera. Hasta que el pececito saltó para corresponderle.

 

 

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