Hablar más de un
idioma nos ayuda a darnos a entender cuando estamos de viaje, conseguir mejores
trabajos y acceder a nuevos conocimientos, pero también tiene un efecto por
sobre nuestro cerebro. Aprender nuevos idiomas es una excelente
forma de ejercitar nuestro cerebro e, incluso, prevenir enfermedades
degenerativas como la demencia y Alzheimer.
El cerebro
bilingüe
Aprender
idiomas ya no es sólo
para unos pocos privilegiados, sino que es algo que hacemos desde la infancia,
estando expuestos a otras lenguas de forma natural, gracias al avance de las comunicaciones.
Los niños que aprenden idiomas a temprana edad, tienen un mayor
desarrollo cognitivo que aquellos que no lo hacen, siendo capaces de responder
más rápido a estímulos y resolver problemas con proceso mental más veloz,
analizando y comparando información.
Hayden Bird/iStock/Thinkstock
A temprana edad,
el cerebro está en pleno desarrollo y, un estudio realizado por el University
College de Londres, determinó que, a medida que se aprende un nuevo lenguaje,
aumenta la densidad de la materia gris.
El ser bilingüe
no solo ayudaría a las personas en el ámbito académico o del saber. Las
personas bilingües, tienen una mejor capacidad a la hora de separar
el ruido ambiente de lo que es importante, capturando la información sin
importar las distracciones auditivas a su alrededor.
Aprender idiomas
para ejercitar el cerebro
Claro que los
beneficios de hablar varios idiomas también se extiende a la salud, mucho más
allá de los años formativos, protegiéndolo de ciertas condiciones neurológicas.
En un experimento realizado el año pasado, la Doctora Ellen
Bialystok, que ha dedicado su carrera al estudio de los efectos del
conocimientos de idiomas en la mente, comparó los cerebros de diferentes personas
con mal de Alzheimer.
Todos
correspondían a personas de la misma edad y con el mismo nivel de síntomas. Lo
interesante es que, pese a estar atrofiados, los cerebros de personas bilingües
igual respondían mejor en pruebas cognitivas que quienes hablaban un solo
idioma y mostraban una menor degeneración cerebral.