Situación: un
dormitorio, una mujer; luego un hombre.
Ella desnuda, tirada, se
despereza a “lo gato”.
En eso, aparece en escena él, que dice: “Amor, en este
momento vengo hacia ti, desnudo y con el corazón en la mano. Voy a cubrir tu cuerpo de besos. Empezaré por tu nívea frente, besaré con
ansias tu pulposa boca, bajaré por tus pechos y jugaré con tus rosados pezones. Luego dejaré tu vientre, para zambullirme en
tu pubis. Por último besaré uno a uno tus dedos del pie”.
Tras una pausa teatral, la vuelve a mirar y corrige: “¿No te
parece mejor que lo dejemos para más adelante?
Mejor ponéte a dieta ya, porque el recorrido que tendré que hacer es
demasiado largo”.
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