FLORECIDA DE BESOS
Por Enriqueta Catalín
En mi cándida frente
fueron
lirios
los
besos de mi madre,
cuando
con angelical ternura
en sus
brazos me acunaba,
Y rojas
amapolas
en mis
frescas mejillas,
los
besos fraternales,
cuando
celebrábamos la vida
en ruidosa
algarabía.
Como un
rojo clavel
fue
aquel beso
en mis
labios palpitantes
cuando
el amor llamó a mi puerta
dulce y
cálido.
Son
tiernas margaritas
que en
la tarde
de
estrellas me engalanan,
cuando
revolotean junto al nido
los
besos de los míos.
Blancas
azucenas
que
perfuman mi vida,
son los
besos cuajados de rocío
cuando
la amistad pura y sincera
a mi
alma se aproxima.
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